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ESPIRITUALIDAD Y FELICIDAD

¿Podemos vivir sin tener fe en algo?  La mayoría de nosotros tenemos fe en algo. Es una forma de no sentirnos desamparados y darle un sentido a nuestras vidas, creer en algo es un recurso que permite sobrellevar los vacíos existenciales. Cada uno tiene la libertad de creer en lo que estime conveniente o le haga feliz. Cada uno de nosotros, manifiesta su fe de forma diferente: unos creen en un dios, otros en el fútbol, unos se atreven a apostar por el amor, los más arriesgados en sí mismos, etc. No obstante, tener fe en el futbol, por ejemplo, no hace a la persona espiritual. La espiritualidad tiene mucha más profundidad que creen en unos jugadores detrás de una pelota. La espiritualidad, tendría más que ver con tener fe en uno mismo y prestar atención a la voz interior. La espiritualidad invitaría a razonar sobre todo, a cuestionarse todo, que todo pensamiento sea movible si hay evidencias que dicho pensamiento está equivocado.  ¿

FELICIDAD: PLACER Y PROPÓSITO

El ser humano busca maximizar las experiencias placenteras y minimizar las experiencias dolorosas. No obstante, hay placeres que traen desgracias e infelicidad. A veces, la búsqueda compulsiva del placer es, en realidad, una búsqueda mal orientada de la felicidad. Para ser feliz, nuestro cerebro no solo necesita placer (comer algo rico, ver una película, masturbarse, etc); necesita sentirse cuidado y protegido (estar rodeado de personas que sacan lo mejor de uno, frecuentemente), tener propósitos y metas (estudios, un objetivo laboral, familiar); realizar actividades significativas (ir al gimnasio, sacar al perro, hobbies); así como sentirse relajado (con un masaje, yoga, baño caliente). Contrariamente, hay actividades que fomentan que el cerebro se sienta en peligro y tenga ansiedad que no solo tienen que ver con la falta de pequeños placeres diarios; uno puede ser infeliz debido a problemas no resueltos (de pareja, económicos, etc); a la falta de metas; al nu

FELICIDAD: TRABAJO Y FELICIDAD

El deseo de mantener elevada la autoestima es de enorme importancia, dado que la baja autoestima señaliza riesgo para nuestra integridad física (aislamiento voluntario, abandono de la vida pública). La autoestima puede señalizar como va nuestra vida. Si la tenemos baja, puede ser indicador que algo no va bien y que tenemos que cambiar cosas. Si uno no es feliz, hay necesidades no cubiertas que es necesario que sean abordadas. A nivel emocional, lo malo es más fuerte que lo bueno. Debido a que lo primero es sobrevivir y, por tanto, evitar peligros, tenemos un sesgo negativo. Es necesario determinar si uno está pasando por una mala situación (momento concreto) o está mal en general, en la mayoría de aspectos de su vida (siempre o de forma frecuente, la persona está triste, frustrada, amargada). Hay situaciones concretas que pueden hacer que una persona esté infeliz. La falta de empleo, por ejemplo. Este predice la satisfacción con la vida (autoestima, d

FELICIDAD: NO ES ALEGRÍA

A veces, se confunde felicidad con la alegría. No obstante, la felicidad no es un estado de ánimo. No es un “hoy me siento bien, hoy me siento mal”; “hoy me siento feliz, hoy me siento infeliz”. Si hoy no eres feliz, mañana no serás feliz tampoco (excepto que hagas cosas diferentes). La felicidad, tampoco, consiste en tener mil y una experiencias placenteras que nos producen alegría. La felicidad es un proceso más complejo y tiene más que ver con la existencia de expectativas (de motivaciones, objetivos de vida) más que el bienestar presente. Son las expectativas, las que nos motivan y energizan a caminar en una dirección, sin ellas, solo podemos experimentar infelicidad. Para entender la felicidad, podemos utilizar la explicación de Martin Seligman, para él la felicidad se construye no por placeres externos momentáneos, sino cuando se obtienen pequeños placeres de la vida, por el flow (estar inmerso en actividades), por las relaciones sociales, por el

NEUTRALIDAD

Las personas podemos experimentar emociones negativas, tales como la ira, la frustración, culpabilidad, ansiedad, vergüenza, entre otras; debido a las diferentes situaciones difíciles que afrontamos en la vida. A veces, interpretamos el desequilibrio como debilidad, lo que hace disminuir nuestra autoestima. La pérdida de control (el boom de emociones negativas) nos resulta problemático (no la situación en sí). Hay quién, en sus relaciones, hace uso de la razón o la lógica (mecanismo de racionalización), sin querer emocionarse demasiado, sin sentir demasiado porque su prioridad es estar tranquilo y sufrir lo menos posible. No obstante, luchar, constantemente, para conseguir la neutralidad, no es del todo adecuado. Las emociones intensas, cuando son negativas, son desagradables, las sentimos en el cuerpo, a veces como náuseas, otras en el pecho, otras en el estómago... no nos gusta sentirlas, pero ahí están, emergen. El hecho de entender que todas tienen una función u

MECANISMOS DE DEFENSA

No deja de sorprenderme la capacidad de nuestro cerebro por amoldar y asimilar la realidad según le convenga: ¿Que es una realidad que le gusta? Todo bien; ¿Que es una realidad que la percibe como amenazante y no le gusta? Creación de una diversidad de mecanismos de defensa para maquillar la realidad aversiva.  ¿Qué mecanismos de defensa utilizamos? Uno de ellos es la somatización, entendida como la angustia expresada a través de síntomas físicos (por ejemplo, las cefaleas tensionales o migrañas).  ¿Cuándo surge/ En qué situaciones?  Si tenemos algo que nos preocupa y le damos demasiadas vueltas a la cabeza (excesiva rumiación sin poder dar con la solución);  Cuando no queremos compartir mis ansiedades con los demás (por el querer ser siempre fuertes y capaces de gestionar nuestros problemas solos).  Ganancia: nos alejamos del foco del peligro, si podemos dormir, dormimos, apagando la cabeza de preocupaciones. La negación:  Se produce cuando rechazamos

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EL COSTE DE OPORTUNIDAD

Intentar algo nuevo (como cambiarse de trabajo, mudarse a otra ciudad, por ejemplo) puede aumentar nuestra ansiedad.  En muchas ocasiones, el estrés se desencadena a raíz de algo positivo y adaptativo.  En relación a esto, el eustrés   (   o estrés positivo)se daría cuando estamos ante nuevos conocimientos/ situaciones y tenemos que pensar cómo planificarnos bien para que podamos interiorizar toda la información y dirigirnos adecuadamente a la acción. No obstante, hay quién siente un grado de estrés intenso y prefiere no tomar riesgos; eso provoca que la pasividad y el pesimismo sean los protagonistas de la mayoría de sus decisiones. Muchas de esas personas no deciden por el coste de oportunidad (la posibilidad de equivocarse en su elección). La vida está llena de elecciones y alternativas. Con cada  elección, debemos asumir  un camino y dejar otro de lado.  Una vez tomada la decisión, hay quién queda atrapado en sus pensamientos (rumiaciones) o emociones (malestar y estrés), en valora

¿QUIERES LOGRAR ALGO?

NECESIDAD DE LOGRO Llamamos necesidad de logro al deseo que cada uno experimenta por hacer bien las cosas. Nuestra necesidad de logro será mayor ante una tarea que se nos da bien. Por ejemplo: si somos conscientes de que una de nuestras competencias es escribir, cuando una de las tareas a realizar tenga que ver con esta actividad, responderemos con emociones de aproximación, motivándonos, buscando realizar la tarea, anticipando que la realizaremos adecuadamente. En cambio, si es una actividad en las que no somos hábiles (como solucionar un problema matemático) o no nos interesa, entonces, por el contrario, nuestra necesidad del logro será reducida y tenderemos a la evitación, huyendo de realizar la tarea; con ansiedad, aburrimiento y miedo al fracaso. Dentro de los campos que dominamos, elegimos actividades que supongan un reto (lo fácil nos aburre), tratamos de esforzarnos más y más y; si recibimos elogios de las demás personas, nos hace sentir competentes y

GENES, AMBIENTE Y NEUROPLASTICIDAD

Todos nacemos con un rasgo genético que nos predispone a ser zurdo o diestro, por cierta dominancia motora de nacimiento.  Si hacemos que la persona no use el brazo dominante y le imponemos que utilice el otro, podemos hacer que la persona gane destreza (neuroplasticidad) con su brazo no dominante y que lo acabe usando. Hay personas que dirían que eso demuestra que ser zurdo o diestro no es genético, sino aprendido. Esta interpretación sería errónea. Que exista un sobreaprendizaje impuesto no implica que las personas no tengan unas tendencias innatas, unas predisposiciones.  Las predisposiciones existen y el ambiente actuará sobre ellas expresándolas o inhibiéndolas. En relación con ello, las personas podemos heredar, por ejemplo, una tendencia a las obsesiones cognitivas/rumiaciones (rasgo neurótico).  Dicha predisposición puede formar lo que hoy en día llamamos trastorno depresivo, si el ambiente facilita su expresión (conflictos familiares, p