Hay quién no tiene presente a nadie cuando piensa en un momento difícil (en todo caso, le viene su propia imagen). No tiene a nadie que “siempre haya estado ahí”. Siente que cuando tiene un problema gordo, no le saben entender a nivel emocional (le dan consejos muy prácticos y poco útiles: ¿Buscas trabajo? Tira muchos currículos) y prefiere el “yo me lo guiso, yo me lo como, como Juan Palomo”.
Hemos de aprender un poco más sobre cómo somos y cómo funcionan nuestros rasgos de personalidad. Tener un rasgo “neura” no es fácil, ya que se tienen más emociones negativas derivadas de pequeños fallos y errores. Es necesario compartir nuestra angustia en algún momento para no llegar a una excesiva rumiación y conseguir que nuestras emociones sean más positivas. El rasgo responsable, a su vez, obliga a muchas personas a exigirse y a querer ser competente en distintos ámbitos y, muchas veces, no es posible hacerlo solo.
El sufrimiento individual nos lleva a buscar conductas que nos generan placer rápido, como las drogas (tabaco y alcohol) o el sexo, de forma evitativa. Cuando aparece una conducta mal adaptativa es por una carencia, una insatisfacción o un problema que la persona está experimentando y del que se quiere escapar. Quizás quién sufra de migrañas frecuentes sea porque quiere escapar de una situación concreta (somatización).
Es necesario realizar conductas que os hagan sentir queridos (rodearos de aquellas personas que consideráis significativas y quieren vuestro bien); permitiros amar y ser amados.
A pesar de que en algunas ocasiones sentís que “no me lo merezco” (al estar sin trabajo o en condiciones no ideales), debemos compartir nuestro interior con amigos, tener a alguien con quién apoyarnos. Esto nos permitirá ser más felices en el presente y en el futuro.
Elisabet Aguiló
Psicóloga
Coach especialista en nutrición y salud
Comentarios
Publicar un comentario