Una acción o decisión nos parece lo que es solo por su desenlace. A menudo se comete este error. Si salió bien, creemos que fue una buena decisión. Si salió mal, asumimos lo contrario. O como en muchos casos le concedemos el beneplacito de lo sobrenatural: ¡ ahh sido gracias lo divino, a dios,!. O por el desenlace del azar o la buena fortuna: ¡Gracias la suerte!. Con esto quiero decir que el sesgo del resultado es como mirar una foto y pensar que conoces la historia. Conviertiendose en una ilusión . Te explico, lo importante no es la imagen final, sino lo que pasó entre cada toma de dicha foto. Por ejemplo, hoy en dia vemos la obra de Vincent Van Gogh, la de sus girasoles o su noche estrellada y es fácil decir: “Claro que era un genio” pero eso es solo el sesgo de resultado. La mayoría de los grandes logros empezaron pareciendo errores Algunas malas decisiones pueden llevar a buenos resultados. Y hay estrategias brillantes que fracas...